martes, 29 de diciembre de 2009

Crisis económica o de valores?


Hace algunos años se decía “mientras España va bien, los españoles que se jodan”. La reactivación de la economía parecía dar sus frutos y todo ello gracias a las medidas que adoptaba el Gobierno (por cierto del PP, los mismos que ahora apuestan por limitar el gasto público) entre las cuales se encontraba el abaratamiento de los préstamos como la fórmula que generaría mayor capacidad de gasto en las familias. El fácil acceso a los préstamos bancarios llevó a la sociedad española a las cotas más altas de endeudamiento de Europa. Mientras los españoles se endeudaban más allá de lo recomendable (30% de los ingresos brutos) y el tejido empresarial y productivo adquiría cierto dinamismo, las entidades financieras publicaban sus balances económicos trimestrales con ganancias escandalosamente altas en la situación económica internacional. Mientras los españoles pedían créditos para adquirir una vivienda, irse de vacaciones o cambiar de coche, las entidades financieras invertían sus ganancias en sectores estratégicos como la promoción inmobiliaria, la compra de suelo o la energía. La recesión económica internacional, acusada en nuestro país por el elevado nivel de endeudamiento, sitúa a las familias españolas en una muy dificil situación de hacer frente a sus obligaciones económicas con las entidades financieras, los créditos hay que pagarlos, y la capacidad de gasto corriente de las familias cae. Esta situación arrastra a un gran número de empresas del sector servicios y de los escalones básicos de producción de los elementos consumibles a una situación de CRISIS. Las familias en crisis, las empresas de producción en crisis, el sector de la distribución y venta en crisis y las entidades financieras que se enfrentan a unos índices de morosidad importantes en crisis (según parece) y por la que demandan una intervención del estado que básicamente significa poner dinero público sobre la mesa para sanear sus cuentas.
En esta situación de máxima cautela económica, de CRISIS, y en la que todos estamos haciendo un esfuerzo por apretarnos el cinturón, las máximas entidades prestamistas gallegas, Caixanova y Caixagalicia se presentan y acaban de ganar el concurso eólico más grande de España, 2.325 megavatios, que, según cálculos del sector, generarán un negocio anual de unos 270 millones de euros.
En resumen, las nóminas de todos los trabajadores pasan por las cajas, las mismas cajas que nos prestan el dinero de los trabajadores y por el que nos cobran unos intereses, dinero que empleamos en comprar viviendas que las propias cajas construyen, y cuando vayamos a pagar la luz estaremos también comprando un producto de las cajas, toda esta fórmula matemática da como resultado que la CRISIS es un negocio.
Todo ello a pesar de que en la página web de Caixanova pueda leerse: “…como caja de ahorros, desarrolla una importante obra social…para Caixanova, apoyar a la empresa es apoyar a las familias…”

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